El señor Ponce inmerso en la habitación, se ofrece al movimiento centrífugo ya que había escuchado una vez, que cuando esto sucede hay que entregar el cuerpo para salir ileso. El movimiento duró unos minutos. Ahora su cuerpo inerte yace en el piso ;no da más vueltas. Sin embargo las mariposas ahora empiezan a volar ciegas por todos lados, algunas chocan sus alas contra la pared y se desintegran y caen como cenizas. Otras quedan pegadas al cuello del señor Ponce que reacciona e inútilmente trata de arrancarlas con los dedos, las tira de un ala y las destroza .Aparecen más y más .
De repente decide no sacarlas de su cuerpo. Y entonces las mariposas quedan incrustadas en su piel como una mancha oscura. Ahora su sangre es del color de las mariposas. Algunas todavía quedan colgadas de algún pelo. El señor Ponce tiene incrustadas mariposas por todos lados. En este preciso instante se revuelca en el suelo y retuerce su cuerpo en contracciones exageradas. Salen de su boca mariposas de papel que al vuelo deshacen sus alas y sólo quedan suspendidos unos ojos inquisidores que miran y miran .
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