I
Solo
en el páramo andino
ahí,
suplicando
al último cacique .
Su tallo
carnoso
doblega interperies
Solo
ahí
Sin su flor.
II
Aguardo
III
Tu hoja espina
acaricia
EN LA ORILLA DE MI LÀPIZ... Y YO LA DEJO "Hay duendes que esconden retazos de luna llena . . ." Algunas apariciones tambièn
Hay días en que escribimos para aliviarnos, para encontrarnos con nuestra propia voz, otras sólo para ver qué palabra puede alcanzarnos, qué sílaba tiene la música que escuchamos. Algo así como si buscáramos un mensaje oculto en un texto, en blanco y negro o en colores . Otras veces nos quedamos con la impresión que alguien nos habló y no entendimos nada, o no pudimos descifrar el mensaje.
La literatura es un arte de búsqueda en un adentro de nosotros, de un sí mismo; es escuchar los sonidos que se agitan y se mezclan en rumiantes sílabas , parpadeantes palabras que estallan y tallan hasta alcanzar la cima. Quizás todo esto está dentro porque afuera no hay nada.Somos seres especiales en ese momento, inacabado, momento de palabras que se revuelven y se pierden para después encontrarse en este texto que te invito a leer .
Blanca
2 comentarios:
Sí, hay hojas que son espinas, que no dejan acariciar la belleza a nuestras manos, pero tus letras hoy son sinceras, abiertas, sutiles y no tienen espinas, se dejan acariciar por quien te lee.
Un beso de azpeitia
Solo.
Nada necesita.
Ni siquiera una voz de flor
Suplica y vence siempre
como cualquier espina
convertida en caricia.
Bello poema. Me ha encantado.
Mis cordiales saludos agradecidos a tu visita y a tus palabras.
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